viernes, 17 de enero de 2014

Con el mazo dando

No serán instrucciones o manuales lo que echemos en falta.
Como no podía ser de otra manera, diferentes grupos, más institucionales y pegados a las dinámicas del poder unos –partidos y sindicatos–, más ocasionales y de base otros, han empezado a organizar la resistencia y ofrecen desde estrategias concretas para boicotear ciertos aspectos fundamentales de la puesta en práctica de la LOMCE, hasta modelos de declaración de objeción de conciencia frente a ella. Marea verde, Soy Pública, Yo estudié en la Pública, LOMCEno, STEPV, son algunos colectivos con plataformas en las redes sociales que están trabajando activamente en la elaboración y difusión de sencillas acciones para esa desobediencia civil que reclamara no hace mucho Federico Mayor Zaragoza.
No es ya tiempo de abundar en los análisis, es el momento de la acción coherente con ellos en defensa de la educación pública.
No faltan instrucciones, no. Lo que está por ver es si el rechazo masivo a la ley de educación trascenderá la protesta de pancarta y consigna. Ahora es cuando hay que mostrar voluntad, interés, conciencia y unión, y tomar el pulso a los apoyos que realmente tiene la LOMCE dentro y fuera de la profesión.
La buena noticia es que los diferentes colectivos también están trabajando en positivo para elaborar una alternativa progresista y consensuada que tenga alguna garantía cuando se produzca el relevo en el poder y se haga realidad la anunciada derogación de esta nefasta ley. Sólo un gran pacto por la educación, algo inédito en este país, en el que a los intereses ideológicos de los partidos hay que añadir los domésticos de las Comunidades Autónomas, sólo ese pacto por el bien común puede empezar a poner fin a tantos desatinos como se han producido en educación desde la instauración de la democracia.
Es tiempo de acción.
Publicado en Periódico Escuela el 16 de enero de 2014

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