miércoles, 8 de agosto de 2012

El cheque escolar y otras propuestas para debate

Ayer, en Twitter, califiqué de simples algunas de las propuestas para un plan de gobierno de UPyD en Andalucía sobre el cheque escolar. Como quiera que mi amigo @benigp intervino en la conversación desvelando que colabora en la elaboración y discusión de esas propuestas y a mí pergeñar un discurso medio sensato a golpes de 140 caracteres no se me da nada bien, y además Benito es una persona a la que aprecio y respeto personal y profesionalmente y no quisiera desairarlo permitiéndole creer que no me tomo en serio su compromiso y su actividad docente y política, hoy he dedicado un rato a escribir algunas ideas sobre el cheque en particular y sobre el documento que recoge las propuestas para debate en general.    

Seguramente la idea del cheque escolar no está todo lo desarrollada que debiera, y no es suficiente decir que se trata de propuestas para debatir, porque éstas, cuando se abren al público, deben haber pasado un primer tamiz serio, profundo y riguroso para impedir que cualquiera proponga la primera patochada que se le ocurra en nombre de una organización que debe velar por su imagen pública. Me siguen pareciendo simples las propuestas una vez leídas con más detenimiento. Puede que no se hayan hecho todas las preguntas pertinentes antes de lanzar una idea tan compleja, porque a mí se me ocurren bastantes, así, a vuelapluma:  

¿A todos los estudiantes se les da un cheque con el mismo importe? ¿Cuesta lo mismo un puesto escolar en un pueblo de una sola escuela que en Málaga capital, pongamos por caso? ¿Incluirá, como se propone, el precio de un ordenador por estudiante? ¿Otra vez para todos los estudiantes? ¿Qué hay de la cualificación de los entornos para poder acceder a los servicios privados de red? ¿Y qué capacidad de elección tiene el padre del pueblo? ¿Y el de Málaga? ¿Incluirá el cheque los costes de desplazamiento para poder acudir al centro preferido, o eso correrá por cuenta del bolsillo de quienes hagan la elección? ¿Y los costes asociados a la cantidad de actividades extras que ofertarán algunos, como hace hoy la concertada, estarán incluidos en el monto del cheque, o cuando la propuesta dice que los centros privados "tendrán que asumir la diferencia económica resultante entre el costo real de la enseñanza privada y el valor del cheque escolar" se refiere a la enseñanza enseñanza, o sea, a la tarea de "impartir conocimientos, explorar los talentos del educando y formarlos como ciudadanos", o incluye a la oferta completa de actividades del centro, hasta hoy de riguroso pago porque no se considera enseñanza enseñanza? ¿Llevará el cheque en el reverso escritas en letra pequeña algunas cláusulas para que las familias sepan cuándo autoexcluirse de sus preferencias, o de eso se encargarán los centros para mantener la capacidad de competencia con otros?

Las panaderías son un servicio público, pero no es necesario que sea estatal porque las organiza y regula la iniciativa privada a través de la oferta y la demanda. ¿Es eso lo que se propone, que la oferta educativa se someta también a las leyes del mercado? ¿La competencia será la que emane de alguna idea de calidad educativa, o la que se desprenda de la demanda? ¿Qué capacidad de demanda tienen las clases populares, las familias poco interesadas en la educación, las que preferirían mandar a sus hijos a trabajar cuanto antes aun a costa de la formación básica que se requiere para ser hoy un ciudadano culto, autónomo, crítico, independiente, etc., que son calificativos que por cierto no aparecen entre las propuestas para el debate? ¿Qué demanda generarán esas familias? ¿Qué competencia podrán hacer esos centros? ¿Cuánto tiempo tardarán en ser centros para los menos brillantes, los menos interesados, los menos favorecidos, los menos cultos, los más pobres?¿Cuántos colegios privados se instalarán en poblaciones pequeñas, en barrios deprimidos, en contextos de profunda diversidad étnica, cultural, económica, religiosa... por efecto de la demanda? ¿O está prevista una red dual de centros públicos para que se hagan competencia y garantizar que haya posibilidades de elección?

Y ya que estamos, puesto que se insiste en distinguir entre lo que es programa y aquello que no son más que propuestas para debatir, dedicaré unos párrafos a estas últimas. No es casual ni inocente proponer para debate unos temas y no otros, ni lo es el sentido en que se presentan los temas. Se me antoja que afirmar, como parte del diagnóstico de la situación de la educación actual en Andalucía, que "La violencia, la indisciplina y el adocenamiento han adquirido carta de ciudad (sic) en las escuelas andaluzas, despreciando y destruyendo todo lo que connote autoridad, excelencia, trabajo, esfuerzo, disciplina y conocimiento" es un punto de partida que desde luego no comparto pero que no permite otro debate que no sea el que esté perfectamente enmarcado dentro de los límites de la sentencia inicial. Proceder de otro modo no sería debatir ese asunto, sino negar la mayor y proponer una enmienda a la totalidad. Serán los simpatizantes de UPyD quienes lo hagan, supongo, porque quienes han redactado esa frase son ellos y quienes no simpatizamos con la afirmación no simpatizamos tampoco con el programa de política educativa de UPyD. Para eso están las declaraciones políticas, para ganar adeptos o perderlos.

Trataré de explicarme un poco mejor. Yo también creo firmemente en "... una enseñanza pública laica. No confesional, pero de ninguna manera enemiga de la religión". Y por eso quizás me animaría a debatir sobre el mejor modo de organizar la oferta pública para respetar esa creencia básica y fundamentante, y sobre qué hay que entender exactamente por una enseñanza no enemiga de la religión, no vaya a resultar un cajón de sastre para admitir componendas para casos particulares. Pero si fuera un defensor de la enseñanza privada religiosa no seguiría leyendo, o lo haría para estar mejor informado acerca de a quiénes no voy a apoyar, pero desde luego no trataría de intervenir en un debate programático que tiene como punto de partida planteamientos opuestos a los míos. Mejor me sumaría a las críticas para desmontar su programa y ganar adeptos a mi causa cuando llegase el momento.

Más de lo mismo en cuanto a las propuestas educativas "para debatir": "Para restaurar la disciplina y la autoridad en las escuelas públicas, UPyD propone equiparar al cuerpo de profesores con los profesionales de la sanidad y de las fuerzas policiales, de modo que los agresores -padres o alumnos- carguen con las consecuencias penales de sus agresiones. Asimismo, UPyD propone que los estudiantes que resulten desaprobados en un mínimo de dos materias repitan de curso automáticamente, y que los alumnos que repitan dos veces de curso en un mismo centro, sean expulsados". Al margen de la idea de que parece necesario legislar para endurecer los castigos de quienes agredieren a un docente, me llama la atención el interesante uso de la palabra "desaprobados" en lugar de "suspensos". Interesante también la idea de hacer repetir de curso a los alumnos y más aún la de expulsarlos del centro si repiten dos veces. No termino de ver en la propuesta adónde irían a parar los expulsados. ¿Tal vez a algún otro colegio elegido por los padres gracias a su cheque escolar? Porque es de suponer que uno con su cheque va a donde quiera. ¿O serán los centros los que decidan a qué alumnos admiten? Según y como, esta propuesta puede dejar sin contenido la más general y blandengue de las reválidas de Wert.

La obsesión con la autoridad del profesor, el esfuerzo, la excelencia y la disciplina en las propuestas, y el hecho de que ni una sola vez aparezcan las ideas de innovación, experimentación, formación, cultura profesional, liderazgo pedagógico... entre otras, me permiten ver con claridad meridiana que no éste el documento de propuestas en el que yo tengo interés en debatir nada.

7 comentarios:

  1. Leer el programa electoral de UPyD no tiene desperdicio... se cae por su propio peso...

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  2. Efectivamente, no parece que hayan elaborado demasiado la propuesta, más allá de eslóganes que ya conocemos, como recuperar la autoridad, el esfuerzo... así como dar libertad de elección a los padres con el "cheque escolar". No veo una preocupación por lo público, ni por su reforma. El cheque transforma a los ciudadanos en clientes, e instaura unos mecanismos de control basados en la demanda de plaza, y no tanto en que la administración cumpla con su cometido y garantice la calidad del proceso educativo, mediante el ejercicio de la supervisión y el asesoramiento.
    He de decir que no he leído la propuesta en su totalidad, pero coincido contigo en que, con esos principios inspiradores, encontramos poco lugar para un debate concienzudo.

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  3. Gracias Miguel. Os tengo en alta consideración tanto a tí como a Lola y a María. Se que os preocupa la educación y vuestro interés está en opinar para mejorar. Paso tu reflexión a los compañeros del grupo de trabajo de educación y si me permites, te sigo señalando a tí y a alguno de nuestros amigos comunes en esto de las TIC para documentar lo debates del grupo.
    Sólo quisiera decir que quizás pecamos de novatos al abrirnos a estudiar cualquier propuesta, incluso las que no nos gustan. A mi personalmente me parece horrible el tema del cheque escolar pero eso es lo que tiene abrir el debate.
    Por último, decir que la propuesta del cheque es antigua, (pertenece al estudio efectuado antes del 2008) y que ya en su momento se descarto por el grupo.

    http://www.upyd.es/contenidos/noticias/130/1508-Cheque_Escolar
    Un abrazo.

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  4. Gracias a ti, Benito. Yo también conozco los intereses que te mueven. Por supuesto que puedes contar conmigo siempre que lo creas conveniente. En cuanto a la fecha de las propuestas, sí, tienes razón, he visto muy tarde que son antiguas. Nuestra conversación de ayer, que se desarrolló en presente en todo momento, me ha impedido verlo antes. De todas formas, me temo que los planteamientos iniciales, el estado de la cuestión, etc., son una declaración de convicciones que no puede haber cambiado en tan poco tiempo, a menos que en ese grupo haya verdaderamente sabios, tan escasos, que saben rectificar en tan poco tiempo.
    Un abrazo.

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  5. Como decía Gimeno Sacristán, la educación pública es una elaboración, un patrimonio de la humanidad, es un salto hacia la justicia y la solidaridad, hacia la consideración de que todos somos iguales. El mecanismo del cheque libro no es la mejor concreción de ese derecho, es justo la antítesis, un derecho universal no pueden pretender concretarlo a través de un mecanismo monetarista y de mercado.
    Es como si el derecho a la libertad te lo parcelasen y lo convirtieran en unidades de libertad canjeables por momentos concretos en los que pudieras moverte libremente y en función del uso que hicieras de ellos, de cómo los aprovecharas y fueran de productivos, pudieras acceder a nuevas parcelas de libertad de mayor calidad o "nivel", solo llegarían a disfrutar de una libertad "excelente" aquellos o aquellas que hubieran aprovechado correctamente los niveles inferiores de libertad que les hubieran sido "concedidos".

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  6. Al hilo de tu brillante exposición a mí se plantean dos cuestiones: una es qué modelo de estado queremos. Se empieza por el cheque escolar, reclamado por muchos padres, y se acaba dando cheques para todo, desposeyendo al estado, guste más o menos, de su papel. Porque ese es, en el fondo, lo que se está planteando. Otra es qué modelo educativo queremos: ¿uno que repita estructuras antiguas más propias de otros siglos con frases como esfuerzo, autoridad etc? o ¿uno que aborde la formación integral del alumno en la que los profesores y la administración junto con sus familias sean los acompañantes del alumno en todo ese proceso?

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  7. Paz, no entro a explicar otra vez el tema del cheque. Creo que ya está más que debatido y demostrado que fue una propuesta de hace ya casi 5 años. No tiene sentido volver al tema ahora. No tenemos interés ninguno es desmantelar el estado ni quitarle su papel.

    Respecto al modelo de escuela que pretendemos tengo que decirte que coincido contigo en el ideal pero a veces tenemos que tocar tierra y las propuestas de los compañeros y compañeras son muy reales. No digo que sean ya ni buenas ni malas, solo son propuestas a estudiar y el debate sobre ellas siempre beneficia a todos. Eso es lo que pretendemos en el grupo de trabajo.

    Tenemos a gente que viene de todas las etapas y zonas de Andalucía, excelentes personas y expertos en sus materias que lo han estado pasando mal en las clases y palabras como las tuyas les suenan muy bien, (ya te digo que las comparten en su mayoría) ellos/as estarían de acuerdo con esa situación idílica que planteas, pero cada día de clase es un infierno para ellos y necesitan saber que son considerados como personas con autoridad. Necesitan saber que si son agredidos por padres, madres y/o alumnado van a ser defendidos como se merecen. No hemos hecho más que recibir las quejas de compañeros/as que se han interesado en aportar y sus realidades son eso, realidades.
    Estamos de acuerdo en que el ideal que perseguimos es bien distinto, ojalá estuviésemos en una situación mejor, pero mucho nos tememos que hoy en día hay que dar soluciones cercanas y posibles a estas situaciones de acoso que son ciertas, habituales y constantes en más centros de los que nos imaginamos.
    No creo que quieras que la palabra esfuerzo sea una palabra que tengamos que eliminar de nuestro ideario. Este es un valor del que no estamos dispuestos a prescindir. ¿De verdad te parece que el concepto esfuerzo sea un concepto de otros siglos? ¿Qué problema tenemos al hablar de autoridad y de esfuerzo? ¿qué hay en estos conceptos tan reaccionarios? ¿no crees que la autoridad pueda contribuir a conseguir la formación integral del alumnado? ¿Eres docente?
    ¿Podrías definirme eso de acompañar al alumno en todo el proceso de manera más cercana? ¿Te refieres a la tutoría?
    Si eres docente y tienes la oportunidad de tabajar como planteas eres muy afortunada pero créeme, al menos la gente que conozco (fíjate que hablo en primera persona) me presenta situaciones muy diferentes a esta.

    Un abrazo.

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