jueves, 10 de abril de 2014

Goles en propia meta

Dice PISA, en su último tirón de orejas, dos verdades como puños: que nuestros alumnos no tienen ni idea de que exista alguna relación entre estudiar en la escuela y su vida diaria, y que se pierden entre la maraña de información que encuentran en Google.
Si algo tiene de valiosa la primera de las dos verdades es que quizás ahora alguien se moleste en tomarse en serio los discursos que sólo hace unos cuarenta años vienen haciendo cierta psicología y determinada pedagogía sobre la naturaleza del aprendizaje y para qué habría de servir el conocimiento.
Las autoridades del ramo de momento no han entendido nada. Dice Gomendio que  “se va a cambiar el enfoque de la enseñanza en el aula porque vamos a tener unas evaluaciones que van a ser del estilo de PISA”. Y sobre las TIC todo banalidades, ni una sola idea, ni un atisbo de relacionar el problema con la metodología de enseñanza, con las características del trabajo escolar: “aprenden a aplicarlos a la resolución de problemas, aprenden a tener un pensamiento crítico, a trabajar en equipo y a ser creativos e innovadores que es algo que no les estamos enseñando”.
¿Cómo es posible que no hayamos caído antes en la cuenta de que la innovación era una cosa tan sencilla como cambiar el tipo de examen y poner ordenadores en el aula? Ah, no, que ordenadores ya hay y a continuación añade que una vez creada la LOMCE es el profesorado el que tiene que ponerlo todo de su parte. Como siempre, pero ahora con una ley que juega a la contra incluso de lo que pide PISA, como si quisiera marcar goles pero en propia meta.
Columna publicada en Periódico Escuela el 10 de abril de 2014

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